Buenos días florecillas.
Ayer fue uno de esos días. Sí, de esos días en los que tienes claro lo que quieres hacer, tienes todo el material preparado, tienes ganas y te pones manos a la obra pero … no te sale. Es frustrante enfrentarse a días así. A veces es mejor dejarlo estar y retomarlo otro día pero otras veces simplemente te puede más la cabezonería y no quieres parar hasta acabar. ¿Por qué? ¡A saber! Pero no puedes dejarlo…
Dibujé ésta linda muñequita para añadir como una página más de un álbum de fotos:
Mi idea era usar esta muñeca y ponerle como pelo un fondo de flores y enredaderas que saqué del libro El Jardín Secreto:
Fotocopié una de las páginas del libro sobre papel blanco normal y corriente (folio DinA4, 80gr) y lo pegué con Medium Matte sobre un papel acuarela para darle más grosor y resistencia. Añadí encima del papel también una capa de Medium Matte para poder trabajar sobre el papel.
Lo siguiente que hice fue poner una capa de Clear Gesso (Gesso que al secarse se queda transparente). De este modo podré pintar con acuarela/ceras/acrílico, obteniendo colores brillantes y muy vivos.
Mientras se secaba la capa de gesso, recorté la muñeca:
Después coloqué todas las partes sobre el papel de flores y repasé cada una de las partes con un lápiz para dejar marcada la figura sobre el papel.
Luego pegué el busto de la muñeca sobre el fondo de flores…
Cubrí el rostro y cuello de la muñeca con una capa de medium matte y luego de gesso transparente:
La tinta se me corrió un poco en la cara de la muñeca pero no me preocupaba ya que iba a cubrirla con pintura acrílica para darle color.
Mezclé un marrón muy clarito con gesso (blanco, no transparente) para obtener un tono de piel natural. Mi problema es que trabajo bastante mal con pinturas acrílicas. Me gustan mucho más las ceras acuarelables y las acuarelas, pero en éste caso quería probarme una vez más con los acrílicos y joder (con perdón, pero siendo sincera), me costó lo mío :P
No me acababa de convencer y recurrí entonces a las ceras, pero como que todavía no acababa de hacerme gracia el resultado …
Como muchas veces es mejor dejar reposar aquello que no nos está saliendo bien, decidí concentrarme en otra cosa mientras pensaba en cómo solucionar este desastre, así que le metí mano al pelo, con acuarelas:
Fui añadiendo capas y capas y más capas de color (acuarela) para que tuviera una gran intensidad de color (la acuarela cuando se seca, baja mucho de tono). Veréis que el papel no se estropea porque lleva la capa de Medium Matte y de Gesso Transparente debajo.
Mientras se secaba el pelo, decidí darle otra capa de color al rostro, ésta vez utilizando una cera acuarelable de color “carne”. Pinté una gruesa capa directamente sobre la muñeca y luego procedí a acuarelar la cera aplicada directamente sobre ella y vaya cambio…
Ésta vez quedó bien cubierta. Pero el fondo del pelo seguía sin convencerme y eché mano de rotuladores permanentes y semi-permanentes para destacar los motivos del fondo. Pero aun así, el trabajo estaba siendo un desastre colosal…
Así que antes de darme por vencida, decidí recurrir al gesso+agua y cubrir el pelo, pintando con el dedo. La acuarela y los colores de los rotuladores se mezclaron con el gesso y obtuve una extraña mezcla de colores …
La verdad es que éste resultado me estaba gustando mucho más. Lo malo es que había perdido casi todo el fondo de filigranas. Mi intención principal (conseguir una muñeca con el pelo de filigranas y flores) había dado paso a ésta tormenta blanca-naranja-marrón. Y no está mal, pero no era lo que yo buscaba…
Acabé añadiendo movimiento al pelo con cera acuarelable negra y dejé que se secara por sí misma mientras me concentraba en el fondo sobre el que colocaría la muñeca.
Normalmente cuando hago un fondo de acrílico, suelo utilizar los tres colores que sé que siempre funcionan bien: rosa-azúl cielo-amarillo. Quería no obstante, cambiar y usar otra combinación así que me decanté por el amarillo-verde.
Sobre un papel acuarela tamaño DinA4, apliqué varias gotitas de colores y las extendí con un rodillo. La verdad es que el resultado no me gustó en absoluto y decidí probar a añadir otros colores: primero un dorado y luego toques de rosa fucsia:
Cuando se secó, eché mano de un recurso muy habitual en los trabajos de Dina Wakley: escribir “sin-sentidos” con un rotulador permanente negro:
A continuación, pegué mi muñeca encima de este batiburrio de colores…
Puestas ya a marranear, decidí añadir más textura al trabajo, utilizando una pasta espesa de color de la marca La Pajarita Art. Es algo entre acrílico muy espeso y pasta dimensional de color. Me encanta ésta marca porque tiene unos tonos metalizados y tornasolados preciosos:
Siempre digo que no debemos juzgar un trabajo hasta verlo acabado. El resultado de éste, tal cual estaba, no me acababa de gustar. Había metido esfuerzo, ideas y muchas técnicas, pero no acabé de “salvar” el proyecto. El resultado está bien, pero no era el que perseguía. Y aun así, no quería juzgar todavía el trabajo. Estaba como “fuera de contexto”. Necesitaba verlo integrado en algún sitio.
Así que lo recorté para añadirlo a un álbum de fotos que estoy preparando …
Y ahora sí que me gusta más, porque cobra un sentido que antes no tenía. Le faltaba ser parte de algo y con ésto, doy por finalizada “Tormenta”. Aunque el resultado no ha sido el esperado y no estoy del todo satisfecha, seguiré practicando y probando porque en el peor de los casos, si sale horriblemente mal, lo tiro a la basura y a otra cosa mariposa. ¿Dónde está el drama? Pues ya está🙂 A ser felices y a aceptar esos días en los que las cosas no salen como una espera.
Un besazo bombones!